Capítulos:
- ¿Qué es la autoestima?
- Diferencia entre autoestima y autoconcepto
- Por qué mejorar la autoestima en adolescentes
- Ejercicios para trabajar la autoestima con tu hijo adolescente
La etapa de la adolescencia está marcada por grandes cambios que pueden derivar en un gran reto de gestión del estrés para los adolescentes. Si tu intención es acompañar a tus hijos de una forma respetuosa y fomentar y mejorar su autoestima en la adolescencia, aquí encontrarás todo lo que tienes que saber para aumentarla.
¿Qué es la autoestima?
La psicología lleva varias décadas desarrollando investigaciones sobre la autoestima. Desde el punto de vista científico existen diferentes aproximaciones para comprender la autoestima. Aún así, la mayoría de los investigadores muestra acuerdo en que la autoestima es la forma en la que las personas evaluamos nuestra valía. 🏆
Además, actualmente sabemos que la autoestima no solo afecta a la relación que establece un individuo consigo mismo. Ésta también influye en cómo nos relacionamos con los demás.
La evidencia científica pone de manifiesto que la etapa de la adolescencia es una etapa de grandes retos psicológicos para la mayoría de los adolescentes. En esta fase del desarrollo se producen un gran número de cambios tanto físicos y fisiológicos, como psicológicos y relacionales.
Desde el punto de vista físico y fisiológico, los niños y niñas entran a la preadolescencia teniendo que integrar cambios físicos importantes. Aparecen los caracteres sexuales secundarios, cambian sus cuerpos, su voz, y también su cerebro. 🧠
En cuanto a lo psicológico, los adolescentes experimentan un gran terremoto de emociones que tendrán que aprender a regular y gestionar. Además, si antes usaban a sus padres o cuidadores como puerto refugio y base de seguridad, ahora lo harán con sus iguales.
Todas estas cuestiones pueden tener un gran impacto en la autoestima. De hecho, la mayoría de las investigaciones señalan que durante esta etapa la autoestima sufre muchas fluctuaciones.
Diferencia entre autoestima y autoconcepto
Lo primero y más importante es que conozcas cuáles son las diferencias entre estos conceptos. Muchas personas siguen utilizando autoconcepto, autoimagen o autoestima indistintamente. Sin embargo, hay matices que los diferencian.
El autoconcepto
El autoconcepto se define científicamente como el conjunto de creencias que las personas consideramos certezas sobre nosotros mismos. Estas creencias suelen ser el resultado de un proceso de análisis, valoración e integración de nuestras experiencias vitales significativas.
El autoconcepto está compuesto por dos tipos de información. La primera es la información descriptiva o cognitiva 👀 (por ejemplo, “Yo soy un chico alto”). A esta parte del autoconcepto se le conoce como la autoimagen; es decir, la imagen que a nivel descriptivo nos hemos construido de nosotros mismos.
El segundo tipo de información tiene que ver con las valoraciones o afectos y emociones que se despiertan sobre nosotros mismos, esto es, la autoestima.
La autoestima
Aunque no todo el mundo 🌍 lo sabe, la autoestima solo es una parte del autoconcepto global. Aún así, mientras que el autoconcepto tiende a ser más estable en el tiempo, la autoestima sufre más variaciones.
Es por esto que suele ser una de las grandes investigadas, especialmente en la adolescencia. Las diferentes experiencias, los eventos estresantes o los éxitos y fracasos a los que muchos adolescentes se tienen que enfrentar en esta etapa pueden modificar su autoestima. Y esto tiene grandes implicaciones en su salud mental o en su rendimiento académico, entre otros.
Por qué mejorar la autoestima en adolescentes
La importancia de la autoestima en la adolescencia es fundamental. Los estudios científicos relacionan la buena autoestima con mejores habilidades sociales, mayor tolerancia al estrés, resiliencia, mayor equilibrio emocional y mejor salud física. Sí, has oído bien.
Existe evidencia de que los adolescentes con mayor autoestima gozan de un mayor grado de salud física 🏃que los adolescentes con baja autoestima.
De hecho, la baja autoestima se relaciona con problemas de salud mental como los trastornos de ansiedad, los trastornos depresivos, los trastornos de la conducta alimentaria, los trastornos obsesivo compulsivos o el abuso de sustancias, entre otros.
Además, la etapa adolescente supone una gran reactualización para el autoconcepto y la autoestima y esto puede suponer grandes cambios para ellos. Cambios que muchas veces no van a poder asumir solos.
Por todo ello, creemos que es importante que tengas en cuenta las siguientes orientaciones que te planteamos para mejorar la autoestima de tus hijos.
Ejercicios para trabajar la autoestima con tu hijo adolescente
Practica la aceptación incondicional
Aunque los adolescentes se encuentran en una etapa de exploración y de búsqueda de los límites podemos poner el foco en transmitirles aceptación incondicional.
Muchos padres confunden la aceptación incondicional con no poner límites o normas ❌ sobre las conductas esperables en nuestros hijos. Y una cosa no tiene nada que ver con la otra. De hecho, las normas y los límites son absolutamente necesarios y fomentan una buena regulación emocional y una alta autoestima en los adolescentes.
Cuando los especialistas hablamos de aceptación incondicional nos referimos a que trates de transmitir a tu hijo que pase lo que pase siempre podrá recurrir a ti y siempre podrá contar contigo. 😊
Trata de ponerte el objetivo de transmitirle a tu hijo que tu le quieres y respetas tal y como es. Y que no debe cambiar nada de sí mismo (de quien es) para ser aceptado y querido. Esto es compatible con señalar las conductas que no vamos a tolerar o delimitar los límites que consideremos importantes.
Utiliza el refuerzo verbal y resalta sus cualidades
Los psicólogos utilizamos el tecnicismo de refuerzo para hacer referencia a aquello que podemos hacer, decir o ofrecer para generar un beneficio o un impacto positivo sobre esa persona.
Como hemos comentado, la adolescencia no solo es un reto para los adolescentes sino también para las familias. Sostener la subida y bajada 📈 de emociones, el deseo de exploración o el cambio de intereses de nuestros hijos puede hacernos olvidar lo que sí nos gusta de ellos.
Te recomendamos que halagues verbalmente aquellos aspectos positivos de tu hijo adolescente. Revisa a diario si la mayor parte de la energía está puesta en las dificultades o en lo que se espera de ellos. Si es así, te estás desviando hacia una dinámica que puede alejarte más de ellos.
Además, no todas las personas somos iguales y esto es algo positivo. Evita las comparaciones y trata de hacerle ver que tú sí eres capaz de ver sus cualidades, aunque estas no sean necesariamente académicas.
Te animamos a que elabores una lista de aquellos aspectos de tu hijo que genuinamente te gustan, o aquellos que te recuerdan a ti mismo o a tu pareja (en el caso de que compartáis la crianza). Después, trata de reforzar esas cualidades. Díselo directamente. “Esta forma tuya de hacer bromas me encanta”.
Valora más allá del logro
La adolescencia es una etapa enmarcada en un contexto educativo dirigido al logro. Si bien es necesario que tratemos de exprimir su potencial al máximo para que tu hijo disfrute del aprendizaje, también debes saber ver más allá.
Los adolescentes necesitan sentirse válidos más allá de su rendimiento académico. 💯 Trata de limitar las veces que interrogas o preguntas por sus logros o, trata de interesarte al mismo nivel por otras áreas de su vida.
Aunque después ellos puedan poner un límite sobre su creciente necesidad de intimidad es importante que no se sientan tentados a valorarse a sí mismos únicamente a partir de sus logros y rendimiento. Esto puede disminuir su autoestima de forma significativa y tener implicaciones negativas a largo plazo.
Pregúntate lo siguiente: ¿cuánto interés muestras a las distintas áreas de la vida de tu hijo? ¿Qué otras cuestiones más allá de sus logros son tan o más importantes?
Comunícate respetando espacios
La comunicación es una de las herramientas 🔨 más eficaces para generar un buen clima familiar. La evidencia científica nos muestra que los hogares con buena comunicación suelen tener un mejor clima familiar y los hijos suelen presentar mayores niveles de autoestima.
Sabemos que es muy complicado encontrar espacios y momentos para abrir un canal de comunicación. Aún así, te animamos a que utilices tu intuición para encontrar esas situaciones.
Te recomendamos que elabores una lista de intereses que compartáis tu hijo y tú. Si no encuentras ninguno compartido, trata de interesarte por algún interés suyo que se aproxime a algo que te pueda generar curiosidad.
Ese contexto puede ser el ideal para pasar tiempo de calidad ⌛ y abrir formas de comunicación de forma orgánica y fluida. De esta manera, obtendréis mayor confianza y conexión y esto mejorará la autoestima de tu hijo porque sentirá vuestra relación como un espacio seguro en el que poder expresarse.
Fomenta su autonomía
La adolescencia es una etapa en la que nuestros hijos comienzan a construir su propia autonomía.
La autonomía es uno de los retos del desarrollo psicológico más importantes. La evidencia científica relaciona la autonomía en la adultez con mejor ajuste psicológico, estabilidad emocional y alta autoestima.
Para poderles acompañar en este proceso de aprendizaje te recomendamos que reflexiones sobre las responsabilidades y compromisos que tu hijo puede ir asumiendo.
Explícale que confías en él y que valoras su capacidad de ir haciéndolo por sí mismo. Es importante que revises frecuentemente los límites o responsabilidades que puedes ir ofreciéndole porque en esta etapa del desarrollo los cambios se producen a gran velocidad.
Por supuesto, si este proceso se te hace complicado o te produce dilemas importantes, es crucial que consultes con un especialista de salud mental infanto-juvenil. 👩⚕️