Capítulos:
- ¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria?
- ¿Cuáles son los TCA más comunes en adolescentes?
- Cómo identificar si tu hijo adolescente padece un TCA
- Cómo prevenir que tu hijo adolescente padezca un TCA
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) se han convertido en la tercera enfermedad crónica entre nuestros adolescentes. En los últimos 18 años, se ha duplicado la incidencia de casos y cada vez se detectan en edades más tempranas.
No es una enfermedad nueva. En los 90 causó estragos. En revistas dirigidas a niñas de 15 años daban recetas para comer con menos calorías, en las pasarelas desfilaban maniquíes lánguidas y sin curvas y la mujer de éxito que se retrataba en cine y televisión no alcanzaba un índice de masa corporal saludable.
Ahora vivimos en la época del body positive, 💖 hay modelos plus size y la mayoría de los diseñadores y directores quieren mostrar una imagen inclusiva y más realista. Sin embargo, no han parado de crecer los casos de TCA.
Uno de los grandes responsables han sido las redes sociales. Estas muestran una vida de lujo y perfección inalcanzable para adolescentes millenials y Generación Z. Los filtros que usan la mayoría de las influencers y el abuso de los retoques fotográficos, 📷 ponen el listón de belleza a un nivel imposible. Y la presión por conseguir likes puede ser demasiado agobiante.
Además muchos adolescentes sufren con los cambios corporales y las vivencias y desengaños propios de la edad. Y terminan padeciendo un TCA. Aunque se da en ambos sexos, la proporción es que de 10 adolescentes con este trastorno, 9 son chicas.
¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria?
Los trastornos de la conducta alimentaria conciernen a la forma en que una persona come.
Se asocian con angustia emocional, física y social y no tienen una sola causa. Los genes, 🧬el ambiente y las situaciones de estrés pueden ser detonantes. Pero sí es cierto que las personas que los padecen suelen tener un mismo perfil:
- Autoimagen corporal distorsionada y negativa 👀
- Se centran demasiado en el aspecto físico
- Hacen dieta desde edades muy tempranas 🥗
- Tener un familiar o una persona cercana que ya padece el trastorno
- Algunos practican deportes o actividades donde el peso es importante (ballet, gimnasia, boxeo…) 🥊
- Problemas de salud mental previos (ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo, depresión, etc)
Un TCA prolongado en el tiempo puede acarrear problemas graves de salud y en las relaciones personales.
¿Cuáles son los TCA más comunes en adolescentes?
Los TCA más comunes son cuatro:
Anorexia nerviosa
En este trastorno, las personas comen muy poco y controlan de manera obsesiva las calorías. Tienen pavor a estar gordas. Además de ayunar, pueden tomar laxantes y hacer ejercicio hasta la extenuación. Suelen estar muy delgadas.
Bulimia nerviosa
Aquí las personas se dan atracones desmesurados de comida. Después, para corregirse, se purgan vomitando o tomando laxantes. No necesariamente están muy delgadas, muchas se mantienen en su peso.
Trastorno por atracón
Los que lo sufren, ingieren grandes cantidades de comida, incluso sin hambre, y no saben parar. A menudo padecen sobrepeso.
Trastorno por evitación
También conocido como transtor por restricción de la ingesta. No tienen miedo a ganar peso ni tienen una opinión negativa de sí mismas. Evitan comer porque no les gusta el olor de la comida o porque tienen miedo a atragantarse y sufrir asfixia.
Cómo identificar si tu hijo adolescente padece un TCA
Los adolescentes con TCA se convierten en maestros del engaño. Muchas veces nadie se da cuenta hasta que ya tienen problemas graves de salud y su cambio físico es muy evidente.
Si tu hijo padece un trastorno de alimentación, te va a negar la mayor. Te dirá que ha comido en casa de un amigo, que se siente mal de la barriga o desaparecerá justo a la hora del almuerzo. Sabrá buscar una excusa creíble.
Pero hay unas cuantas señales que no suelen fallar y que debes tener en cuenta:
- Pérdida o aumento de peso extremo en poco tiempo
- Saltarse comidas frecuentemente
- Comportamientos extraños en la ingesta: cortar los alimentos en trozos muy pequeños, escupir en la servilleta, no querer comer delante de otros… Conocí a una chica que comía de espaldas al resto
- Se centra de manera obsesiva en la comida, en las calorías, composición de nutrientes, horarios…
- Baja autoestima. Quejas continuas sobre su peso. Se mira constantemente en el espejo y se saca supuestos defectos
- Pasa tiempo en el baño. Probablemente vomite o use laxantes
- A veces come una cantidad exagerada
- Expresa asco y culpa por comer
Cómo prevenir que tu hijo adolescente padezca un TCA
Da ejemplo
Todos tenemos complejos con los que no nos queda otra que lidiar. Pero procura que tu hijo adolescente vea que te sientes orgulloso de tu cuerpo.
Si te pasas el día a dieta, usas la comida para compensar un mal día o solo hablas de tu aspecto físico, ¿qué mensaje crees que le estás mandando? 🤔
Autoestima
La adolescencia es un momento delicado para la autoestima. Los cambios físicos pueden hacer tambalear hasta la personalidad más fuerte.
Haz que tu hijo se sienta seguro. 💁 Participa en sus proyectos y alaba sus logros. Tal vez no veas un feedback de su parte, pero su estabilidad emocional lo va a agradecer.
Referentes saludables
Las redes sociales pueden dar una imagen distorsionada de la realidad. Muchas influencers usan filtros que ocultan supuestos defectos.
Ayúdale a cambiar de referentes. Una cosa buena de esta generación es que hay voces que se alzan a favor del body positive y la belleza de lo diferente. Algunas marcas ya empiezan a contar con modelos no normativos: Curvys como Ashley Graham o con vitiligo como Winnie Harlow. Deportistas 🚴♀️que no tienen miedo a decir públicamente que pasan por un mal momento personal, como Simone Biles, o que abanderan el activismo como Megan Rapinoe.
Buenos hábitos alimenticios
Debes educar para que tener unos buenos hábitos con la comida. Alimentarse bien 🥗 es esencial, le dará fuerzas para estudiar, hacer deporte y divertirse.
Intentad hacer al menos una comida al día en familia. Que sea un buen momento para hablar y estar distendidos.
Muy importante: no usar la comida como premio o castigo. Estarás dándole a la alimentación un papel que no le corresponde. Comer no debe ser una recompensa por un mal día. No castigues a tu hijo sin postre, si cree que no lo merece, le estás enseñando un mensaje muy peligroso.