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¿Es bueno tener una rutina diaria? Así afecta a nuestro cerebro

 

Capítulos:

 

  1. ¿Cómo forma el cerebro las rutinas diarias?
  2. ¿Cómo afecta la rutina diaria al cerebro?
  3. Así es cómo podemos tener una buena rutina diaria

Conseguir unos buenos hábitos es un tesoro, ya que al cerebro le encanta repetir aquello que conoce. Dale a tu hijo una rutina diaria saludable y le darás el mejor regalo.

 

¿Cómo forma el cerebro las rutinas diarias?

 

Las rutinas diarias constituyen un aspecto predecible para el cerebro y a este le encanta saber qué es lo que va a pasar constantemente. No solo a nuestro cerebro, todo nuestro cuerpo agradece 🙏🏽 lo previsible porque eso supone que las circunstancias actuales son válidas para la supervivencia. Los cambios suponen estresores para el organismo ya que hay que adaptarse a ellos.

Cuando tenemos unos hábitos saludables en nuestra rutina diaria, esta condición de la comodidad de nuestro cuerpo en el terreno conocido es genial, porque nos estimula para mantener esas pautas de conducta saludables.

Si una persona tiene a sus intestinos acostumbrados a digerir siempre un determinado tipo de alimentos, cuando pasa una semana comiendo otro tipo de comida, las bacterias 🦠 que viven en su intestino comienzan a demandar mediante señales químicas que atraviesan su sistema nervioso que vuelva a comer aquello a lo que estaban acostumbradas. Es como si nuestro cuerpo quisiera mantenerse siempre en un equilibrio.

El cerebro 🧠 forma parte de ello y no se queda atrás a la hora de demandar aquellas cuestiones que le producen placer y constituyen un hábito. El problema es que en muchas ocasiones le da igual si es más o menos saludable para nosotros.

El cerebro es un órgano que, a pesar de suponer tan solo un 2% del peso corporal,  consume en torno a un 20% de la energía total que ingerimos a través de la dieta 🍜 y nuestro metabolismo.

Precisamente, por su alto requerimiento energético, el cerebro siempre trata de optimizar sus procesos al máximo para ahorrar energía. Es por esto por lo que al cerebro le cuesta mucho cambiar de hábitos. Las rutas cerebrales que marcan las pautas del día a día que hemos aprendido, las tiene grabadas como caminos de cabras y, cuando se trata de trazar una nueva ruta, si puede, optará por el camino de cabras 🐐 antes de tomar el nuevo camino sin labrar ya que es más costoso energéticamente.

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¿Cómo afecta la rutina diaria al cerebro?

 

Cuando tratamos de adquirir nuevos hábitos, nuestro cerebro nos lo suele poner difícil. Las rutinas diarias son nuevos aprendizajes y hay que pensar en ellas como aprender a leer o escribir. Aunque a una persona le resulte muy sencillo entender que a partir del lunes tiene que empezar a caminar 🚶🏿 1 hora al día, a su cerebro no. Solo a base de repetición y constancia es como se conseguirá que el cerebro interiorice esa nueva pauta como un hábito y pase a realizar la nueva conducta con la misma facilidad 😄 que la anterior.

Es importante entender que en periodos de estrés, el cerebro está pasando por un sobreesfuerzo 😡 y se trata de momentos delicados para la adquisición de nuevas costumbres. Es como si justo cuando menos energía tienes te piden que hagas el más duro de los trabajos, construir nuevas rutas cerebrales. Cuando tratamos de hacer cambios en nuestra vida, es importante tener esto en cuenta para no presionarnos en exceso y elegir bien los momentos en los que vamos a someternos al estrés 🥵 del cambio.

 

Así es cómo podemos tener una buena rutina diaria

 

El cerebro es capaz de reforzar tanto conductas que son buenas para la salud, como aquellas que son perjudiciales. En esto intervienen muchos factores pero el principal está cubierto por el ámbito de la psicología y de la relación que aprendemos y adquirimos hacia ciertos comportamientos y hábitos.

Cuando se trata del consumo de sustancias, muchas veces el factor principal que interfiere en la adherencia al hábito negativo es la naturaleza de la propia sustancia, como es el caso de drogas 💊 psicotrópicas, tabaco o, incluso, comidas hiperpalatables.

Los buenos hábitos también tienen un gran refuerzo positivo. Las conductas que son buenas para nuestra salud acarrean un mejor estado de ánimo 😃 y bienestar físico. Pero la recompensa, al contrario de lo que ocurre en otras conductas que son perjudiciales, es a largo plazo. Cuando el refuerzo positivo ➕ tarda mucho en llegar esto supone un impedimento para el cerebro a la hora de demandarnos seguir esta pauta.

Vamos a ver como tener una buena rutina diaria:

  • Conocer bien el objetivo y estar alineados con él es fundamental para llevar a cabo los cambios con convencimiento y con una mirada de resultado a largo plazo.
  • Entender que vamos a fallar, que se trata de un aprendizaje y que por no ser constantes no quiere decir que no podamos conseguir el hábito si persistimos.
  • Si las nuevas rutinas tienen que ver con salud como, por ejemplo, meditación, 🧘🏿‍♀️ caminar, deporte o alimentación, es recomendable llevar un diario o llevar a cabo momentos de reconocimiento de cómo nos sentimos a medida que pasan las semanas. No te vas a sentir mejor nada más volver del gimnasio, pero cuando llevas dos semanas practicando deporte de forma regular notarás un mejor estado de ánimo y concentración en tus tareas.
  • Mantén tus horas de descanso constantes. Existen estudios que señalan los beneficios de dormir siempre el mismo número de horas, en lugar de dormir poco algunos días y compensar otros. Si te acuestas 🛌🏽 y te levantas en unos horarios estables, a tu cuerpo le resultará más sencillo seguir una rutina.
  • Practicar deporte a primera hora. Esto puede no ser para todo el mundo, pero existe evidencia que respalda la activación que supone la actividad física a primera hora del día. No solo nos despeja y nos espabila dejándonos más concentrados para llevar a cabo de forma resolutiva nuestro día, sino que supone muchas veces una garantía de cumplimiento. Si ya dejas tu actividad física 🚴🏻‍♀️ hecha antes de que empiece el día, no habrá riesgo de que nada te lo impida, por mucho que se tuerza el día.

Como imaginarás, al igual que a la hora de hacer ejercicio o descansar, los hábitos de estudio también tienen su efecto en nuestro cerebo. Es importante que los incluyas de manera constante y fija en tu rutina diaria y así te será más fácil sentarte a estudiar bajo el flexo.

Para ayudarte a esto, hemos preparado una plantilla para que puedas preparar tu plan de estudio y organizar tu tiempo. ¡Esperemos que te sirva y que tu cerebro lo agradezca!

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