COMPORTAMIENTO

Cómo afecta la ansiedad a nuestros cerebros

 

Capítulos:

 

  1. ¿Qué es la ansiedad?
  2. ¿Cómo afecta la ansiedad a nuestro cerebro?
  3. ¿A qué parte del cerebro afecta la ansiedad?

 

La ansiedad sostenida en el tiempo puede estar vinculada tanto a problemas de salud mental como física. En este artículo queremos contarte cómo esta puede afectar a tu cerebro y al de tu hijo para que puedas poner remedio. ¡Toma nota!

 

¿Qué es la ansiedad?

 

La ansiedad se define como una respuesta anticipatoria a una amenaza 💣 o daño futuro que va acompañada de síntomas somáticos y/o psicológicos muy desagradables.

Dentro del amplio espectro de emociones que podemos sentir, la ansiedad, el miedo 👻 y el estrés tienen mucho en común y un origen evolutivo similar.

Si nos imaginamos que somos antepasados de nuestra especie viviendo en parajes naturales hace miles de años, entenderemos que era necesario desarrollar mecanismos de atención y respuesta a peligros para sobrevivir. 

La atención y la ansiedad están muy vinculadas: la primera se encarga de escanear el entorno  👀  constantemente en busca de posibles amenazas y la segunda de desatar una respuesta fisiológica que nos active para protegernos.

La primera vez que uno de nuestros antepasados se enfrentó a un depredador y este le mordió, su sistema límbico archivó a esa especie junto a emociones muy negativas. La siguiente vez, su sistema atencional lo detectó rápidamente desatando una respuesta emocional negativa y una respuesta fisiológica que activa el cuerpo para salir corriendo. 🏃🏽

Emociones como la ansiedad o el miedo tienen un gran sentido evolutivo para protegernos y ayudarnos a sobrevivir. El problema hoy en día es que los peligros y preocupaciones de la era moderna no suelen ser tan inmediatos. 

Las soluciones a los miedos que puede tener tu hijo, como un exámen, una actuación 🤹🏻 o ir al médico, son sostenidas en el tiempo y, por lo tanto, los efectos sobre su cerebro y su cuerpo también.

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¿Cómo afecta la ansiedad a nuestro cerebro?

 

El procesamiento cerebral de la ansiedad es muy complejo y no existe un único tipo de ansiedad o estrés. La forma de procesarlo para cada individuo puede ser distinta, pero sí hay unas bases comunes en el cerebro 🧠 cuando alguien tiene estas emociones.

Todo empieza en el sistema límbico, que se encuentra en el centro del cerebro y está involucrado en el procesamiento de las emociones. Una de sus estructuras más famosas es la amígdala, que podríamos decir que nos ayuda a vincular emociones y sensaciones a recuerdos. 

Cuando pensamos en algo que nos alegra, la amígdala hace de intermediaria, del mismo modo que, cuando olemos una comida que nos gusta, la asociamos a emociones positivas. 🤣

Si nuestro sistema atencional detecta un peligro, la amígdala se activa estimulando sensaciones negativas. A su vez esta activación va a avisar a una estructura próxima, la ínsula, que va a mediar en la respuesta fisiológica. 🐎

Lo que ocurre con esta respuesta fisiológica es que nuestro sistema neuroendocrino segrega hormonas relacionadas con situaciones de estrés. Lo que ocurrirá es que se dilatan los vasos sanguíneos, 🩸 llega más sangre a los músculos, aumentará la presión arterial y otras adaptaciones útiles para salir corriendo literalmente.

El problema es que hoy en día, la adaptación evolutiva de la ansiedad está cambiando. En nuestros tiempos es más frecuente que la ansiedad se traduzca en preocupaciones del día a día y no tanto en cruzar un paso de peatones en rojo. 🚦

Desde luego, la ansiedad es extremadamente útil. Nos ayuda a tener presentes preocupaciones y a reclutar recursos atencionales del cerebro para pensar en posibles soluciones a ese problema.

Cuando los problemas no tienen una solución inmediata o no la tienen en absoluto, es cuando la ansiedad pierde su función evolutiva y pasa a ser un gran problema de salud, sobre todo si es sostenida en el tiempo.

 

¿A qué parte del cerebro afecta la ansiedad?

 

Cuando padecemos ansiedad nuestro cuerpo es como un coche 🚗 encendido parado en un semáforo. Si estamos semanas con el coche listo para arrancar pero sin moverlo estamos deteriorando el vehículo. Estresamos el motor y recalentamos 🔥 el resto de componentes.

La ansiedad crónica le hace lo mismo a nuestro organismo y lo más frecuente en gente joven es notarlo en la musculatura. 💪🏽

Es posible que si tus hijos están sometidos a estrés y ansiedad contínuos por dificultades gestionando sus preocupaciones, tengan dolores de espalda o de cabeza.

Cuando esa respuesta fisiológica del estrés está activa nuestros músculos se tensionan de forma prolongada dando lugar a contracturas y tensiones que pueden activar mecanismos de dolor. Además, no solo tenemos músculos en las piernas y en los brazos, todo nuestro sistema digestivo está compuesto por músculos que cuando están expuestos a tensiones permanentes pueden derivar en graves problemas gástricos como acidez, úlceras, diarreas o estreñimiento. 🧻

Por otro lado, si sostenemos altos niveles de estrés durante años hasta la edad adulta pueden aparecer complicaciones cardiovasculares y trastornos de salud mental.

Un cerebro en alerta permanente, tiende a tener pensamientos rumiantes: ideas repetitivas 💭 sobre un mismo tema o preocupación de los que cuesta mucho escapar. Esto está también vinculado a desequilibrios en los niveles de neurotransmisores y moléculas que trabajan a nivel cerebral que van a darnos tanto alteraciones de sueño 😴  como de ánimo. 

Cuanto antes atajemos la ansiedad y la gestión de las preocupaciones en la vida de una persona, antes adquirirá herramientas para protegerse de los efectos de la ansiedad crónica.

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