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Lo has intentado todo: dialogar, prestarle demasiada atención, decir una y mil veces no. Tu hijo no te ha hecho caso y se ha comportado peor que nunca. ¿Castigo sí o no?
La respuesta es sí. Pero con muchos peros.
Se sabe que el refuerzo positivo ➕ funciona mejor que el negativo ➖ a la hora de establecer una conducta. Sin embargo, hay veces que no queda otro remedio.
Los niños deben saber que sus actos tienen consecuencias. Aun así, el castigo debe ser el último recurso para corregir el mal comportamiento.
Cómo castigar a tu hijo por su mal comportamiento
Sé coherente
El castigo debe ser acorde con el mal comportamiento. Si castigas a tu hijo sin ver la televisión 📺 por no haber recogido su cuarto, no entenderá la relación que hay entre una cosa y otra. En ese caso, lo suyo sería decirle que su amigo no va a poder quedarse a dormir.
Habla con él, arguméntale el porqué de su castigo. Has hecho esto mal y estas son las consecuencias de tus actos.
Sé firme
Ya está, lo has castigado. Tu hijo va a intentar de todas las formas posibles librarse: Llorará, 😭 se enfadará, se mostrará excesivamente cariñoso…
Pero no debes dar marcha atrás y levantarle el castigo o no cumpliría su función. Puede que estés deseando quitárselo para que estéis todos tranquilos, pero si el propósito de un castigo es aprender que ese comportamiento no es admisible, deberás seguir adelante con él.
De otro modo tu hijo sabrá muy bien que puede hacer lo que quiera porque al final no va a pasar nada. Además le estarás dando información contradictoria.
Debe ser inmediato y de corta duración
Si castigas a tu hijo con no ir a un sitio dentro de dos semanas, pierde su significado. Puede incluso ocurrir que tú mismo te olvides. Y corres el riesgo de que durante el intervalo, tu hijo se porte peor que nunca.
Tampoco sirve de mucho que sea de larga duración. Lo único que conseguirás es desmotivar a tu hijo. Pensará que total, si ya está castigado, para qué va a portarse bien. 🤯
Lo que nunca debes hacer si castigas a tu hijo
Castigo físico y humillación
Jamás uses el castigo físico con tu hijo. Eso de “un buen azote a tiempo” es una gran mentira. 🤥
La disciplina se puede impartir sin necesidad de pegar. Lo único que conseguirás es que tu hijo aprenda que las cosas se resuelven con violencia.
Y no cambiarás su comportamiento, solo lo hará a escondidas.
Nunca debe entenderse el castigo como una forma de humillación ni de hacer sentir mal a un niño. Esto puede afectar muy negativamente a su autoestima. 🙇
Hay que tener mucho cuidado con este tipo de castigos. Los niños repiten patrones de comportamiento. En vez de enseñarle buenos modales, le estás preparando para ser un acosador.
Castigar constantemente
Si castigas todo el tiempo a tu hijo por cualquier conducta, perderá toda su eficacia. Lo estarás desmotivando.
Pensará que haga lo que haga, lo vas a castigar, así que terminará haciendo lo que quiera. Total… 🤷
Castigar a toda la familia
El castigo debe afectar exclusivamente al niño que se ha comportado mal. No hay que incluir al resto de los hermanos o a la familia 👪 al completo. Así crearás un ambiente familiar tóxico y competitivo. Y todos estaréis enfadados.
El castigo debe ser el último recurso para los niños que se portan mal. Hay que tener en cuenta que es mejor educar en positivo que estar juzgando constantemente a tu hijo.
Elogia sus logros y su buen comportamiento, ayudará más a reforzar esa conducta.
Llegado el extremo de tener que castigar, ten en cuenta que cada familia es un mundo y deberás elegir el método que mejor se adapte a la tuya, siempre y cuando sea proporcionado y no agresivo.
