Capítulos:
- ¿Por qué es importante enseñar a los niños a ser amables?
- 10 actos de amabilidad que cualquier niño debería aprender
La amabilidad es una virtud que abre muchas puertas y que hace a las personas más felices, y aunque es un rasgo de la personalidad, todos podemos aprender a adquirirla. Hoy te traemos una lista de 10 actos de amabilidad que le puedes enseñar a tu hijo.
¿Por qué es importante enseñar a los niños a ser amables?
La mayoría de los niños no tienen filtros. Esto es algo que no se te debe olvidar. Suelen actuar por intuición, por instinto y guiados por sus emociones, y entre sus prioridades no está el ser amables con los demás.
Sin embargo, a todos nos gusta vivir en un entorno amable y feliz. Y es nuestra responsabilidad ayudar a construirlo. Los niños imitan los comportamientos de los adultos, así que la educación empieza en casa. Si tu hijo ve en ti comportamientos buenos, solidarios, cooperativos y considerados, los repetirá. ¡Así que, como siempre, para enseñar algo a los más pequeños, debes empezar por ti mismo! 🥰
10 actos de amabilidad que cualquier niño debería aprender
Pensar en los demás
Conversa a menudo con tu hijo sobre los miembros de vuestra familia, amigos cercanos o sus profes y ocupad un rato a pensar en ellos: ¿Cómo se sentirán? ¿Podéis ayudarles en algo?
Acordarse de los demás en fechas señaladas o cuando sabemos que están pasando por un momento importante es otro gesto de consideración que le puedes enseñar a tu hijo. Y para los más creativos, mi consejo personal: una postal en Navidad o un regalo de cumpleaños 🎁 hecho a mano son detalles que llegan directos al corazón. 💘
Sonreír
Una sonrisa en la cara 🙂 no es solamente agradable para los demás, también hace sentir mejor al que la lleva puesta. Porque cuando una persona sonríe, aunque no sea de manera natural, se obliga a sí misma a sentir satisfacción o alegría.
Muchos estudios científicos han demostrado que sonreír tiene beneficios para la salud, además de ser una herramienta muy poderosa para lograr empatía. ¿Sabías que la sonrisa se contagia?
Felicitar a los demás
Los niños son competitivos y a veces les cuesta alegrarse por los éxitos de los demás. La envidia es un sentimiento intrínseco al ser humano y a veces puede ser difícil de controlar en edades tempranas.
Sin embargo, debes enseñar a tu hijo a felicitar a los demás, ya sea por su cumpleaños, por tener un golpe de suerte ☘️ o por conseguir aprobar un difícil examen. Reconocer los éxitos de los demás le ayudarán a desarrollar su empatía, su bondad y su autoestima.
Mantener una actitud positiva
Explícale a tu hijo la importancia de tener una buena actitud 🌈 en la vida. Cómo enfocamos nuestras circunstancias y cómo elegimos vivir cada día está en nuestra mano.
Además de ser más felices, probablemente estaremos más cerca del éxito si decidimos caminar con determinación, alegría y optimismo.
Por favor y gracias
Un simple gesto que marca la diferencia entre ser educado o no serlo: pedir las cosas por favor 🙏 y dar las gracias.
Enseñar a los niños desde pequeños a pronunciar estas dos amables expresiones no es difícil, y a base de repetirlo lo convertirán en un hábito.
Ser compasivos
También es muy importante enseñar a los niños a ser sensibles y humanos ante las dificultades de los demás. Deben saber que hay personas con realidades diferentes (pobreza, enfermedades, discapacidades…) y estar dispuestos a ayudar 🤗.
Compartir
A veces a los niños les cuesta compartir los juguetes, el material del cole o el snack del recreo, es natural. Pero como padre debes enseñarle a ser generoso y ponerse en el lugar de los demás.
Jugando con sus hermanos o con sus amigos irá aprendiendo poco a poco; tú mientras tanto da ejemplo e invítale siempre a compartir.
Saludar a los conocidos
No hace falta dar abrazos o besos. Un “hola” 👋 es suficiente para saludar a los vecinos, los amigos o los conocidos. Las personas amables suelen tener más facilidades a la hora de interactuar con los demás, y todo empieza con algo tan simple como un saludo.
Ser bondadosos
La bondad de las personas se manifiesta en conductas como el afecto, el respeto, la comprensión o la generosidad. Un ejemplo vale más que mil palabras y los padres son el espejo de los hijos, así que si tú eres una buena persona y se lo muestras ya tienes mucho trabajo hecho.
Ofrecer ayuda
Ayudar a un compañero con una tarea de clase, ayudar a poner la mesa, ayudar a una persona mayor a cruzar la calle… Hay muchísimas situaciones en las que un niño puede ofrecer ayuda, anímalo a hacerlo.
Además de estas pautas, hay herramientas que te pueden ayudar a educar a tu hijo en la amabilidad, como por ejemplo películas o cuentos que enseñan buenos valores a los niños, actividades solidarias, o juegos basados en la cooperación. ¡Sé amable y haz que tu hijo también lo sea!