Capítulos:
- Influencers, la nueva profesión de moda entre los niños
- ¿En qué consiste el trabajo de influencer?
- Cosas que quizás no sabías de la profesión de influencer
Una nueva profesión ha revolucionado el mundo de la comunicación y, más concretamente, las redes sociales: El tranjo de influencer.
Si hace unos años nos llegan a contar que mostrar tu forma de vida en internet iba a ser un trabajo bien pagado y considerado, seguro ni lo hubiéramos entendido. 🤷♂️ Ahora, sin embargo, cuando le preguntas a los niños qué quieren ser de mayor, muchos dirán que streamers, youtubers o influencers. El mundo está cambiando y esto no es más que otro ejemplo de ello.
El trabajo de influencer ha pasado de ser un hobby que muchos no tomaban muy en serio, a llegar a ser una pieza clave en cualquier marca importante que se precie. Pero, ¿qué sabemos de él? ¿Qué es lo que se necesita para ser un influencer? ¿Cómo gana dinero un influencer? Toma nota porque en este artículo venimos dispuestos a resolverte estos misterios de la era millennial.
Influencers, la nueva profesión de moda entre los niños
El trabajo de influencer es el favorito de los niños españoles, tan solo por detrás de deportista y de policía. Igual que siempre, la mayoría quieren ser famosos, pero ahora de una forma distinta. 😎
La digitalización llegó también a las vocaciones. Los nativos digitales ya nacen con un móvil bajo el brazo y la aplicación de Instagram descargada en él. Por eso es normal que sea la profesión de influencer una de las más deseadas entre los adolescentes.
Los nuevos modelos a seguir son jóvenes que saben cómo empatizar con su público. Les dan lo que quieren. La muestra de una vida casi perfecta es su gran reclamo.
Pero quizá lo que más llama la atención del trabajo de influencer es la cantidad de privilegios de los que disfrutan: fiestas exclusivas, regalos de última moda y comidas en los restaurantes más cotizados.
Seguro que tu hija te ha pedido un pantalón de dudoso gusto tan solo porque lo lleva Dulceida. O lo ves inscrito en la liga de globos 🎈 creada por Ibai Llanos (no, tu niño no se ha vuelto loco, existe). ¿Quién no quiere ser el nuevo influencer de moda si son las celebridades de los millennials?
¿En qué consiste el trabajo de influencer?
Los primeros influencers no fueron conscientes de que lo eran. Se trataba de jóvenes con un estilo o unas ideas muy personales. Mostraban en redes sus trucos de belleza, sus outfits o cómo se saltaban pantallas del Fornite. Sin muchas más pretensiones. Pero las redes obraron su magia. 💫 De pronto surgió un ejército de followers (seguidores) que imitaban cualquier cosa que hacían.
En la actualidad, se considera influencer a esa persona capaz de generar contenido en las redes y generar confianza ante un público objetivo. Con ello ayudan a dar visibilidad y credibilidad a las marcas que representan.
Lo que en un principio sí fue una trabajo fresco, ahora se ha convertido en toda una estrategia de marketing. No hay marca que se precie que no tenga a varios influencers trabajando para ellas. Simplificando, podríamos decir que han terminado mercantilizando su forma de vida. 💰
Un influencer va adquiriendo notoriedad por temas específicos y el trabajo que hace sobre ellos. Se suelen iniciar con sus propios recursos: compartiendo los viajes que organizan, la ropa que llevan, el deporte que practican e incluso los cambios de look que se hacen.
Una de las tareas del trabajo de influencer es crear contenido para conectar con sus followers. Se considera que tienen que ser sinceros con su audiencia y solo mostrar lo que de verdad les interesa.
Cuando uno alcanza cierta visibilidad, los equipos de marketing de las marcas son los encargados de contactar con ellos para proponerles colaboraciones pagadas. Según sea su número de seguidores y su engagement (no solo los likes, sino la cantidad de gente que vea sus posts y los comparta), así será su caché y el dinero que reciba.
Puede parecer un trabajo fácil y divertido. Pero la verdad es que no es fácil llegar a cierto nivel. Además, muchos tienen que sacrificar parte de su vida privada. Crear contenido a diario y que sea nuevo y original requiere mucho más tiempo del que parece: Hay que pensarlo, crearlo, editarlo, publicarlo…
Cosas que quizás no sabías de la profesión de influencer
Detrás de un gran influencer hay un gran equipo
El trabajo de influencer no es solo poner una foto en redes y que la vea mucha gente. Sí, se hacen selfies. Pero detrás de los posts hay un equipo de varias personas.
La competencia hoy en día es muy grande. A las marcas no les vale solo con una foto graciosa. Necesitan maquilladores, fotógrafos y puede que hasta un estilista para dar la mejor cara.
Trabajan muchas horas
Si tu hijo quiere ser influencer, que se olvide de los horarios. Pueden estar trabajando desde que se levantan hasta que se acuestan, casi 24 horas. Incluso en vacaciones tienen que estar creando contenido. Las redes nunca descansan. Y si te bajas de ellas, puedes perder el trabajo. 💪
La mayoría trabaja a través de una agencia
Ser influencer se ha convertido en una profesión con todas sus consecuencias. Así que necesitan estar asistidos en temas legales, finanzas, negociación con las marcas y edición de contenido.
Ya existen varias agencias que se dedican a gestionar todas estas cosas. La mayoría de los influencers son contratados a través de ellas.
Tienen el jefe más duro del mundo
Hay que trabajar mucho para estar arriba todo el tiempo. Si un influencer deja de interesar a su audiencia, las marcas no lo contratarán. Y las redes no perdonan. Muchos haters están al acecho de que algo salga mal para criticar y sacar defectos.
Tienen sus tarifas
No es que las marcas les paguen en especie a cambio de visibilidad. Además de regalarles el producto, tienen que pagar según lo que quieran de ellos: asistencia a una fiesta, una foto, una historia en Instagram… Las posibilidades son muchas.
El trabajo de influencer tiene sus cosas buenas y malas. Cuesta llegar a tener éxito y mantenerlo. Son las personas que ponen cara a las marcas. Se diferencian de la publicidad en que ellos además, siguen siendo consumidores. Eso crea una complicidad hasta ahora desconocida entre el anunciante y el público. Aunque es un trabajo por el que se cobra, el contenido debe encajar con la personalidad y los valores del influencer. ¡Y eso no es nada fácil!