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Hay algunas preguntas que son aparentemente inofensivas, pero que encierran una manzana envenenada porque tocan la fibra sensible de cualquier español. Aquí te dejo una lista de preguntas polémicas que dividen a la sociedad y que, por tanto, debes evitar a toda costa.
Estas son las preguntas más polémicas (que pueden acabar en discusión)
1. ¿Tortilla con o sin cebolla?
Sin duda, este debate es una cuestión de estado, uno de los temas que más dividen a la sociedad española. Nunca habrá consenso entre concebollistas y sincebollistas. 🧅
Por eso cuando el Ayuntamiento coruñés de Betanzos prohibió el uso de la cebolla en su concurso anual de tortillas, el bando contrario montó en cólera considerándolo una herejía.
Yo, por si acaso, prefiero no desvelar mi posición y, desde luego, es una pregunta que siempre trato de evitar.
2. Piña en la pizza, ¿sí o no?
Para horror de cualquier italiano, un griego emigrado en Canadá, Sam Panopoulos, inventó la pizza hawaiana. 🍍 Seguro que cuando lo hizo no era consciente del revuelo que se iba a montar.
Desde entonces, el mundo se divide entre los que consideran que es una aberración añadir piña a la pizza y los que la aman. Y, cómo no, ese acalorado debate también está muy presente en nuestro país.
Es una de las preguntas comprometidas para amigos más peligrosas pero, mira, aquí sí que me voy a mojar. Pase lo que pase. ¿Piña en la pizza? Jamás. 🍕
3. ¿Nocilla o Nutella?
La Nocilla es española y la Nutella italiana, pero el caso es que la preferencia por una u otra crema de cacao también es fuente de polémicas y acaloradas discusiones.
Los que fuimos criados en los 80 con bocadillos de Nocilla, solemos tener preferencia por esta, pero cuando llegó la Nutella se convirtió en una seria competidora. 🍫
La composición es prácticamente la misma en las dos, la cuestión está en la textura, el sabor final o, en muchos casos, los recuerdos infantiles. Prefieras la que prefieras, lo cierto es que hay que tener cuidado a con el consumo abusivo de azúcar en niños.
4. ¿Qué lleva una paella?
Dentro de las preguntas que pueden acabar en discusión, creo que esta es una de las que se llevan la palma. El icónico plato valenciano 🥘 se ha extendido por todo el país y ha derivado en una especie de “arroz con cosas”, donde parece que todo vale... Pero no.
“Ponle más gambas, hombre” (¿en serio?, ¿pero tú de dónde has salido?); “Un toque de guindilla no le quedaría mal” (fingiré no haber oído eso); “¿Lo que estoy viendo ahí es chorizo?” (¡fuera de aquí, sacrílego!). En fin, incluso los chefs se pelean para definir qué es una paella.
5. ¿Pepsi o Coca Cola?
La guerra entre estas dos marcas es histórica y también divide a la sociedad. Por supuesto, el debate está arraigado en el terreno patrio. Cada una de estas marcas tiene millones de adeptos que defienden a muerte su bebida favorita.
No intentes darle una Pepsi a un fanático de la Coca Cola, ni al revés, 🥤 porque se puede montar un buen pollo. Discutir cuál es mejor tampoco vale la pena si no quieres hacer enemigos de por vida. ¿Lo mejor? No beber ninguna de las dos, especialmente en la infancia. Y menos mezcladas con bebidas alcohólicas, ¿Acaso no has oído hablar de las consecuencias del alcohol en la adolescencia?
6. ¿Cuál es la mejor cerveza?
La cerveza es la bebida que más se consume en España (sin contar el agua , claro). Y la verdad es que dentro de nuestra producción nacional tenemos bastante donde elegir.
Pero, como no podía ser de otra manera, hay gente que defiende su marca favorita como si se le fuera la vida en ello, mientras masacra a otras marcas con saña y sin piedad. 🍺 Así que, sin duda, otra pregunta que se debe evitar.
7. ¿Madrid o Barcelona?
Sin meternos en debates futboleros ⚽ porque ahí sí que la sangre puede llegar al río, el caso es que la preferencia por una u otra de estas dos ciudades españolas también es un tema muy controvertido.
¿Cuál es más bonita? ¿Cuál es más moderna y cosmopolita? ¿Dónde se vive mejor? ¿Mejor ir a Madrid con niños o pasar un fin de semana en Barcelona en familia? Iniciar un debate sobre estas dos ciudades puede, sin duda, desencadenar una gran discusión.
8. ¿Siesta larga o corta?
La sociedad española se divide entre los que echan la siesta y lo que no y, dentro de los primeros, los que la prefieren larga y los que la prefieren corta.
Hay los que defienden a ultranza la siesta con pijama y persianas bajadas y los adeptos a la cabezadita rápida sentado en el sofá. 😴 Mejor no llevarles la contraria ni a unos ni a otros.
9. ¿"Aquí no hay quien viva" o "La que se avecina"?
Por supuesto, la programación televisiva 📺 tampoco está exenta de controversia. Y estas dos series humorísticas han creado, cada una por su lado, legiones de fans y también de detractores.
Pero claro, aquí la cuestión está en decantarse por cuál es la mejor y cuál es la peor. Yo en este caso lo tengo fácil, y por favor que nadie me odie: no me quedo con ninguna.
10. ¿Mac o PC?
Una de tecnología no podía faltar: los MAC son más cool, pero para comprar un PC no necesitas atracar a nadie. 💻 Como en los temas anteriores, la sociedad está polarizada. Y ya ni te cuento si hablamos de ordenadores portátiles para niños.
De hecho, los debates entre Mac o PC, Apple o Microsoft, pueden llegar a ser incluso más acalorados que las discusiones sobre política, fútbol o religión: que si el precio, que si la memoria, que si el disco duro, que si la compatibilidad… ¿Tú de cuál eres?
SIn duda, existen muchas más preguntas polémicas de las que hemos incluído en este simpático artículo. Bastante debate hay ya como para ponernos a analizar otros temas aún más comprometidos. Por ejmplo, en España, uno de los temas más candentes del momento es el de la eutanasia. Las preguntas polémicas sobre la eutanasia son prácticamente infinitas y resultan tan delicadas que, en muchos casos es mejor ni mencionarlas.
Otro tema de lo más controvertido es el cambio climático y la sostenibilidad. ¿Existe de verdad la ecoansiedad? ¿Estamos a tiempo de salvar el planeta? ¿Debería preocuparnos la huella ecológica? Sin duda, existen muchas preguntas polemicas sobre el cambio climático y todas ellas pueden provocar acalorados debates. Es bueno hacerlas, no nos malinterpretes, pero quizás hay momentos en los que es mejor evitarlas. ¿Qué opinas tú? ¿Has vivido algún momento incómodo relacionado con esto?